Es un trastorno que se caracteriza por la presencia de pensamientos intrusivos, denominados obsesiones, que generan gran inquietud en quien los sufre. Con el fin de minimizar esta inquietud se generan conductas repetitivas, denominadas compulsiones, que provocan un gran malestar e interfieren en la vida cotidiana del sujeto que sufre el problema, pudiendo ser incluso incapacitante, afectando a su vida laboral y a su ámbito social.
Las obsesiones son pensamientos involuntarios que se repiten frecuentemente y que causan una gran ansiedad en quien los sufre. Por ejemplo se incluyen dentro de las obsesiones ideas de accidente o muerte de familiar y pensamientos de contaminación o enfermedad.
Las compulsiones son comportamientos voluntarios o actos mentales que tienen como finalidad eliminar la ansiedad que generan las obsesiones. En el fondo estas compulsiones son rituales de tipo supersticioso que lleva a cabo el sujeto pues piensa que llevándolos a cabo no ocurrirán realmente los pensamientos intrusivos que ha tenido. Son ejemplos de compulsiones el lavado frecuente de manos u objetos, tocar tres veces el timbre de una puerta, rezar mentalmente, comprobar que se ha cerrado la llave del gas, etc.
El sujeto que sufre este tipo de trastorno se ve atrapado por los rituales que lleva a cabo, a pesar de que en el fondo reconoce que son irracionales y se avergüenza de realizarlos, creando un enorme estrés e interfiriendo en su vida diaria; de modo que en muchas ocasiones puede existir aislamiento social.